Ya pasamos más de la mitad del año, el cansancio se empieza a sentir, las obligaciones y ocupaciones se acumulan, nos sentimos agotados corriendo todo el día y aquellas metas y objetivos que nos habíamos planteado ya hace unos cuantos meses cada vez los vemos más alejados.
Al comenzar el año, como una hoja en blanco, nos habíamos planteado con entusiasmo lograr aquello que queríamos hace tiempo, cambiar algunos hábitos que no nos hacen bien, mejorar actitudes, emprender actividades nuevas, estudiar un idioma o carrera, entre otras cosas, que con seguridad creíamos que nos llevaría a un mayor bienestar y alcanzar la vida que queremos. Pero mucho de ello quedó en el camino sin poder concretarlo, produciéndonos frustración y malestar.
¿Qué podemos hacer en estos meses que restan del año para avanzar y cumplir aquellos objetivos que nos planteamos?
- En primer lugar, debemos analizar, hacer un ejercicio de introspección y preguntarnos si aquello que nos planteamos es realmente lo que queremos hoy, si es importante y necesario para mí en este momento.
- Identificá por qué, o qué estás haciendo que te impide lograr los objetivos. De esta manera podrás ir cambiando hábitos y actitudes que te llevarán a mejores resultados.
- Sé realista con lo que te proponés y tené en cuenta que los días tienen una cierta cantidad de horas, con sus obligaciones, trabajo, etc. Pero además necesitás un tiempo para el descanso y el esparcimiento.
- Establecé objetivos intermedios, más chicos, para ir concretándolos y de a poco alcanzar logros mayores. Una buena forma de motivarte y mantener la disciplina es darse pequeños reconocimientos al alcanzar objetivos o superar dificultades, como hacer algo que te guste, tomarte un respiro, etc.
- Permitite fallar e intentá tolerar la frustración. Si no alcanzas algún objetivo no te desanimes y lo abandones; podés tomar distancia, recuperar fuerzas y volver a intentarlo. Muchas veces la perseverancia hace que lleguemos a la meta.
- Evitá las multitareas, en ocasiones pensamos que podemos realizar varias actividades simultáneamente y no es así. De esta manera no concluimos ninguna de la mejor forma y no llegamos a nuestro objetivo.
Asimismo, el Dr. Pablo Hirsch sostiene que tener una actitud optimista en el modo de afrontar las diferentes situaciones, como así también, ante los objetivos que nos planteamos, influye en su éxito. En este sentido afirma: “Está estudiado que los optimistas son más perseverantes en sus decisiones y esto los lleva a tener mayor probabilidad de éxito. Por el contrario, aquellas personas que son más pesimistas tienden a ‘bajarse del barco’ antes de intentarlo”.
Podemos concluir que sabiendo qué es lo que realmente queremos alcanzar, plantearnos objetivos claros y posibles, analizando nuestros recursos y hábitos con los que contamos y aquellos que debemos modificar, entre otras cosas, podremos lograr las metas que deseamos y conseguir mayor bienestar para nuestra vida.
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