Hace días me surgió, por una situación casera, el tema que planteo hoy, y decidí traerlo a Lady Frenesí. Estos hombres, maridos, novios que ¿logran ponernos los pelos de punta? Pregunta Flor Zumaeta antes de comenzar con el tema de hoy.

Pensando en la columna de esta semana, a mi cabeza vinieron los hombres y en la poca participación que les doy en mis columnas, aunque no soy para nada feminista, simplemente no se dió. Cuando los hombres no encuentran algo en casa sí que estamos en un verdadero problema. ¡Y que problema!, ¿suena frívolo? Pero no lo es!

Estoy convencida que no ven porque no lo quieren ver. Es mas fácil decir «no esta». Y nosotras por atrás cual mujer abnegada, salimos a socorrerlos. Y el elemento en cuestión esta ahí, ahí a la vista de sus ojos!, siempre digo si eso que buscas tuviera boca ya te hubiese mordido!

Si! nos reímos, claro que nos reímos de estas situaciones cotidianas y cuantas mas podríamos enumerar, miles y miles. ¡Pero ojo! no crean que estoy menospreciando a los hombres; tienen una gran inteligencia pero no saben ser expeditivos y hasta prácticos. En el hogar buscan su propia comodidad y como saben que por atrás estamos nosotras haciendo todo más fácil… ahí esta el punto inicial de todo.

¿Qué pasa si no respondemos? Y si tampoco sabemos donde esta la pastillita roja para el hígado o el papel higiénico. ¿Cómo hacen estos maridos de pleno siglo XXI para resolver estos pequeños inconvenientes?.

Es fácil, ¡no lo resuelven!, se dan por vencidos muy fácilmente y la pregunta que solemos hacernos es que hacemos… la respuesta llega rápidamente, nosotras se lo resolvemos! En un abrir y cerrar de ojos, tomo la pastilla y acomodo el papel higiénico en el baño.

Ahora, que pasa, si dejamos de estarles encima, resolviendo estos inconvenientes, que sin duda son tonteras, pero la realidad es que a veces el caos llega con situaciones mayores y hasta extremas que no pueden resolver porque no están en casa en todo el día entonces no saben como funciona la rutina o porque están tan absortos en sus ocupaciones laborales que se les pasa… entonces, dejémoslos ser!

Como mujeres acostumbradas a resolver, a saber donde esta todo, a cambiar un foquito y hasta la rueda de auto; deleguemos! Que resuelva, que busque, que haga lío y que encuentre!

Si, sras; que aprenda!, que se equivoque y vuelva a comenzar. Si nosotras podemos claramente estos maridos, parejas o novios re pueden!.

Delegar, una palabra fácil de pronunciar pero difícil de hacer. Y eso es lo que nos caracteriza como mujeres. Como dije en una columna anterior, somos pulpos, queremos hacer todo. Y ahí inicia nuestro problema con los hombres.

Debiéramos pensar de otra forma, dejarlos ser, darles el espacio en casa para poder sentirse parte de… la rutina, de la casa, de horarios. Brindarles esa posibilidad siempre de hacer y nosotras dejarlos ser.

Explicarles, enseñarles, mostrarles con paciencia donde están las cosas y como pueden hacerlas. Que sepan que necesitamos del hombre de la casa para poder llevar nuestro hogar y está genial que sean parte.

Es reiterativo lo sé, pero los hombres necesitan que les mostremos las cosas y que hacen falta. Que deben saber donde se guardan los zoquetes, que tal día y a tal hora los chicos van a inglés o a baile. Que el sodero va los miércoles y que los jueves pasa el recolector de basura para reciclar.

SOS ayuda en casa que vos papá, marido, podes encontrar lo que buscas, sin mi ayuda.

Mujeres por un rato dejemos de ser pulpos y digamos SOS!

Flor Zumaeta