Llegó diciembre y con él, la época en que nos encontramos con amigas, nos reunimos con compañeros de trabajo y familiares, hacemos balances y reflexionamos sobre el año que pasó, o simplemente celebramos que falta poco tiempo para las ansiadas vacaciones.

Fotos Gaby Nicolás Cordeyro.

Hay una constante se repite en cada encuentro: siempre se hace un brindis. Se levantan las copas y se chocan, y en ese “chin chin” se resumen buenos deseos y la alegría de estar juntos.

En todo el mundo los vinos espumosos están relacionados con estos momentos de alegría, porque  para que un brindis sea considerado un festejo de ley, en la copa deben bailar burbujas!

¿Y cómo se logra que las burbujas bailen alegremente en las copas?

La magia comienza con la elaboración de un vino base (al que llamamos “vino tranquilo”), este vino se elabora como cualquier otro, cuidando en la bodega, algunos pequeños detalles, ya que debe ser un vino delicado y elegante.

En Francia, en la zona de la Champagne, se desarrolló un método de elaboración (conocido como “Champenoise” o “Tradicional”) que consiste en embotellar el vino base y colocar en cada botella un preparado de azúcar y levaduras para que se realice la “toma de espuma” y cuando descorchemos bailen pequeñas y delicadas burbujas. Este método, se utiliza aquí en Argentina en muchas bodegas que elaboran espumosos, las etiquetas aclaran “Metodo Tradicional” o “Champenoise”. Tradicionalmente se elaboran con las variedades de uva Chardonnay y Pinot Noir. Suelen ser complejos, con aromas sofisticados, que invitan a disfrutar cada copa sorbo a sorbo.

El otro método para elaborar vinos espumosos se llama “Charmat” (es el nombre del inventor del método) y consiste en colocar el vino base en tanques de acero inoxidable con temperaturas controladas, y agregar levaduras y azúcar para que se realice la toma de espuma y las burbujas comiencen a danzar. En este estilo de vinos predominan aromas frutales y frescos.

Uno de los desafíos que enfrenta quien elabora este tipo de etiquetas, es lograr que las burbujas sean pequeñas, persistentes y delicadas al paladar.

En el mundo estos de vinos tienen diferentes nombres:

En Francia el popular Champagne es denominación de origen controlada, en España lo encontramos como “Cava”, en Estados Unidos lo conocen como “Sparkling wine”, en Alemania es “Sekt”, en Italia “prosecco”, y podemos seguir detallando regiones y nombres alrededor del mundo.

Cuando vamos a elegir una botella de espumoso para brindar, nos encontramos frecuentemente con las palabras “Extra Brut”, “Brut”, y  vamos a aclarar de que se trata: se trata de la cantidad de azúcar que tiene el vino y se clasifica de la siguiente manera:

“Nature” hasta 3 gramos de azúcar por litro.

“Brut Nature” hasta 7 gramos de azúcar por litro.

“Extra Brut” hasta 11 gramos de azúcar por litro.

“Brut” hasta 15 gramos de azúcar por litro.

“Demi-Sec” entre 15 y 40 gramos de azúcar por litro.

“Dulce” más de 40 gramos de azúcar por litro.

Hay muchas opciones de espumosos disponible en el mercado, la aventura es probar y descubrir cuál es nuestra favorita, con cual disfrutamos más. Hay una gran variedad de precios y estilos y vale la pena encontrar el estilo propio a la hora de elegir con cual brindar.

Es hipnótico el efecto que ejerce sobre nosotros observar las burbujas bailar,  surgen desde el fondo de la copa, van formando prolijas hileras hasta la superficie, donde se reúnen y bordan preciosos encajes.

Esa fascinación y magia de las burbujas bailando en la copa es la que, quizá, nos lleva a relacionarla con momentos alegres, reuniones felices y buenos deseos.

¡A brindar con burbujas este fin de año!

Gabriela Flores