Cuando reconocemos una emprendedora exitosa, uno de los primeros pensamientos que nos da vueltas por la cabeza es descubrir los motivos por los cuales esa persona ha logrado su éxito, a menudo con la intención de entender quizá porqué nosotros no hemos podido lograr el nuestro.

Un poco de suerte por aquí, algunos contactos por allá, y porqué no atribuirle también la “capacidad o experiencia” que por supuesto nosotras no tenemos. Para aquellas que han elegido el camino emprendedor, sabemos que no es el más sencillo, que es un camino de entrega, sacrificio, horas de insomnio, de un vaivén de emociones que van de la euforia cuando algo sale bien a la frustración o el llanto cuando nos perdimos un evento familiar, o una vez más un acto del colegio de los chicos. ¿Cómo es que algunas emprendedoras logran sobrevivir? ¿Cómo enfrentar el torbellino de tareas, impuestos, salarios, en fin, la innumerable cantidad de desafíos que parecieran crecer mucho más rápido que nuestro negocio?

A lo largo de mi trayecto profesional, he tenido la oportunidad de conocer a muchas emprendedoras y emprendedores de diversas nacionalidades y edades, enfocados en distintas industrias y descubrí un factor común que va mucho más allá del proyecto en sí mismo, la facturación o las condiciones de mercado. Ese factor común tiene que ver con la motivación más intrínseca de cada emprendedor que es su propósito, su misión, un objetivo que va más allá del negocio y moviliza cada decisión estratégica.

 Para graficarlo mejor, quiero contarles la historia de una talentosa emprendedora de Malaysia que tuve el placer de conocer meses atrás. Su nombre es Sasibai Kimis y en su empresa Earth Heir producen carteras y accesorios que distribuyen de manera global. Hasta aquí, nada diferente de cualquier marca de carteras que ya conocemos, ¿cierto? Pero Sassi lo hace de una manera especial, cada cartera está fabricada por una mujer refugiada a quien además capacita con habilidades técnicas para que pueda crecer en el mercado laboral. Su negocio no es vender carteras, Sassi apuesta a la inclusión de muchas mujeres que enfrentan un presente muy adverso, su negocio ayuda a construir un mundo mejor. Cuando adquieres sus productos, compras carteras con historia, compras el propósito de Sassi de ayudar a mujeres en situación de vulnerabilidad.

La historia de Sassi y las dificultades que encuentra al intentar hacer crecer su negocio no son muy diferentes de las que enfrentamos en cualquier país de América Latina, pero es su fuerte convicción y su firme propósito lo que le da la fuerza para seguir adelante. Son las decenas de mujeres para las cuales ella construye un futuro diferente las que le recuerdan que vale la pena seguir avanzando. Esa misión, genera un valor que se transmite a sus empleados, sus clientes, sus productos y que sirve de inspiración a su comunidad.

Pensar en grande, pensar más allá de las dificultades momentáneas de nuestro contexto en cómo podemos ser parte de un plan mayor. Cuando se encuentra propósito y logramos definirlo, de a poco todo parece fluir. Invitar a los miembros de nuestro equipo a sumarse a esa historia nos permite motivarlos desde otro lugar, los aliados estratégicos surgen de manera casi natural y por sobre todo, aparece la respuesta al porqué del esfuerzo, para que seguir adelante cuando parece que no hay salida, se entiende el motivo por el cual el mundo no seria igual sin nosotros y tenemos una misión que solo cada una de nosotras tenemos el deber de cumplir. Te invito a reflexionar, cual es tu propósito?

“When you live for a strong purpose, then hard work isn’t an option, it’s a necessity” Steve Pavlina.

“Cuando vives con un propósito, el trabajo fuerte no es una opción, es una necesidad. Steve Pavlina.

Si quieres conocer más sobre Earth Heir, podes visitar su sitio https://earthheir.com/ o seguirlo en Instagram