Llega la invitación. Un sobre divino (o un flyer electrónico, pues #millenials), y entramos en un micro-pánico porque “tenemos un evento” y “no tenemos qué ponernos!”

¿Te pasó? ¿Sonreíste porque te resultó una escena familiar? Claro que sí. Pasa, pasa todo el tiempo, y en lugar de salir corriendo a arrasar con los centros comerciales y estrenar todo nuevo para ESE evento de fin de año (casamientos, fiestas de egresados, cócteles de empresas, y demás), te propongo que pensemos juntas una manera menos drástica de resolverlo.

• ¿Ya revisaste tu armario? Pero en profundidad, no por encima, diciendo que no tenés nada porque te queman los pies para salir de compras. Si sos ordenada, seguro tendrás asignado un espacio para las prendas de “noche”, o de “fiesta”: revisalas, es muy probable que te encuentres con hallazgos que te habías olvidado que tenías. Y si no sos tan fan del orden, éste es el mejor momento para aprovechar y mientras buscás la ropa reservada para ocasiones especiales, optimizar el trabajo y dejar todo en su lugar para la temporada que arranca.

• Ahora, ya revisaste, hiciste orden y no hay nada potable. Todo lo que es de fiesta no te gusta, es antiguo, es de otro talle o lo usaste demasiado. Puede pasar. Vamos al Plan B: amigas, mamás, hermanas, primas. Antes de salir corriendo a querer comprarte todo, hacé una “encuesta” entre la red de mujeres que te rodean, es posible que alguna pueda asistirte, si no es con todo un look completo, quizás prestándote “algo” que puedas maridar divinamente con lo que ya tenés.

• Llegó el momento que esperabas: nadie te puede prestar nada. No tenés más opción (?) que salir de compras. ALTO AHÍ! No salgas poseída por el espíritu de Carrie Bradshaw a querer armarte un lookazo gastando como si no hubiera un mañana. Pensá con certeza, si podés volver a usar algún par de zapatos/sandalias de noche, que normalmente usamos poco, y se conservan en buenas condiciones. Lo mismo pasa con las carteras de fiesta, sobres o clutchs, no es necesario comprar uno por evento.

• El plus de usar zapatos que ya tenés, es que al momento de probarte el look, llevás los elegidos, para poder saber con certeza cómo se va a ver el conjunto final,y saber, por ejemplo, si hay que hacer arreglos de costura.

• Comprá de manera inteligente: pensá en qué otras ocasiones (REALES) vas a volver a usar eso que estás comprando. El talle es correcto? El color te favorece y te ilumina? El estilo puede resistir el paso del tiempo y volver a usarse en unas temporadas? Si las respuestas son positivas, entonces adelante. No está mal invertir en buenas piezas para conformar un mini-guardarropas de eventos especiales, sí lo está hacerlo de manera impulsiva y contrarreloj.

Tus compras van a ser más eficientes, si las planificás con tiempo, y entendiendo que el estilo se construye con el tiempo y con trabajo, y que no se trata de encontrar el vestido mágico que resuelva todos tus problemas. Estudiá los descuentos que te ofrecen las marcas y los bancos, las prendas de noche suelen ser más onerosas, por su composición y su manufactura, es interesante poder compararlas con beneficios, para hacer más inteligente el proceso.

Te invito a re-visitar tu armario, probarte, animarte a combinar lo que ya tenés de manera diferente, a jugar con la moda y a apropiarse de ella.

Que el proceso de vestirte (en este caso, para una ocasión especial), sea de disfrute y no, un castigo.

Y a festejar, Lady, que tu imagen refleje hacia afuera, todo lo maravillosa que sos por dentro!

¡Nos leemos la próxima!

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