Ahhh.. te agarré desprevenida, ¿no?

¿Cuántas veces escuchaste (o pensaste) que el mundo de la moda y la imagen personal es cosa de “otras”? ¿Qué es un ámbito exclusivo y frívolo, lejano e inalcanzable, que nada tiene que ver con tu realidad cotidiana?

Vengo a contarte que estabas equivocada, Lady…

La moda es un LENGUAJE, una forma de comunicación, que existe hace mucho tiempo, y que cambia y se transforma, conforme van transformándose las sociedades..

Y como lo explica maravillosamente el personaje Miranda Priestley en “El diablo viste a la moda”, las decisiones que tomamos cuando nos vestimos, no son casuales, no son independientes y están mucho más relacionadas con la industria de lo que podemos llegar a creer.

A su vez, cada cliente que toma la decisión de trabajar sobre su imagen, elige contarle mejor al mundo quién es, a través de lo que usa y, muy especialmente, de CÓMO lo usa. Juntos, vamos descubriendo aristas y costados de su personalidad que, conscientes o no, se manifiestan en la manera de vestir.

De superficial, poco y nada. Todas las personas que toman la decisión de hacerse cargo de su imagen personal, transitan procesos internos, y casi siempre, la última instancia, es la que tiene que ver con la forma en que se percibe y cómo quiere ser percibido. Mi rol (el del Asesor de Imagen), es acompañar ese camino, trayéndoles las herramientas para desarrollar y potenciar todo aquello que desean comunicarle al mundo sobre sí mismos.

La SINERGIA es fundamental: tanto el cliente, como yo, nos entregamos a un momento de disfrute, de complicidad, nos reímos y nos emocionamos a la par, porque cuando trabajamos un aspecto tan privado, tan ligado a la intimidad, es inevitable que las emociones afloren. Quien me entrega con confianza algo tan propio, me llena de responsabilidad y de orgullo. Mis clientes, siempre se convierten en mucho más, porque no sólo me dejan entrar en sus armarios; me abren también sus almas, sus recuerdos, toda su personalidad.

No, Lady, la “moda”, verte bien, sentirte a gusto en tu propia piel, no es para unas pocas. Todas las personas pueden trabajar sobre su imagen personal. Vos también podés pulir tu estilo, hacer ajustes para reflejar tu caudal interno, para lograr  IDENTIDAD y COHERENCIA, entre la capacidad  que sabés que tenés y la manera en que el mundo te percibe.

Quiero desmitificar a la industria de la moda como elemento de exclusión. Si me seguís en Instagram, sabrás que insisto mucho con animar a mis seguidores a jugar con la moda, a APROPIARSE de ella, acercando a todos los sectores, porque la principal razón de su existencia, sos vos, que consumís la moda como producto. ¿Cómo podría tratarse de algo ajeno a tu realidad, si cada vez que te vestís, estás interactuando con ella?

Quiero contarte, que cuando alguien se re-descubre, después de asesorarse, se lleva mucho más que sugerencias sobre los colores y las prendas que mejor le quedan. Se lleva un bosta de confianza en sí mismo, se lleva la valentía de tomar las riendas y elegir cómo quiere mostrarse, se lleva una forma más amorosa de vincularse con su cuerpo, con su imagen y con su armario, pero por sobre todas las cosas, me gusta pensar que se llevan una amiga. Una facilitadora, a veces una voz de la conciencia y a veces una “Señorita Maestra”. Pero siempre, alguien que quiere ayudarlos a reconectar-se con más amor propio y más seguridad.

Te espero de este lado, para caminar juntas en este vínculo con nuestra imagen que va mucho más allá de las tendencias y las colecciones, para que te animes a  mirarte con amabilidad, y para que te amigues con tu armario y con tu estilo, que la moda es para jugar, para disfrutarla y hacerla propia. No te lo pierdas, sería una pena..

¡Nos leemos la próxima!

Encontrame en @celinaguzmanmerlo