CHARLA DE AMIGAS // ENDOMETRIOSIS.

Nadie nos dijo que sería fácil enfrentar y aprender a aceptar una enfermedad tan enigmática; sufrirla es de mujeres valientes y no estamos preparadas para lo que nos toca transitar. Hoy te hablo de #endometriosis.

Una enfermedad de la cual se habla mucho más ahora que hace diez años. Una enfermedad de la que se sabe más. Una enfermedad que se sufrió y se sufre.

Tal vez una enfermedad que nuestras abuelas o madres han padecido pero no supieron que la padecían, porque la edad para tener hijos era mucho más temprana. Cuando la maternidad se posterga o atrasa, es más frecuente que la enfermedad se manifieste.

Hoy es necesario poder conocer, hablar y tratarla.

Esta patología se produce cuando hay tejido del endometrio que crece fuera del útero. Suele alojarse en la cavidad pélvica y en casos extremos puede llegar afectar algún otro órgano. Durante el período menstrual, ese tejido ubicado en lugares atípicos produce un sangrado que no tiene manera de salir del cuerpo y queda atrapado, así se forman los focos de endometriosis.

El síntoma más característico es el dolor menstrual insoportable; en mi caso era esto y una menstruación abundante; con los años el dolor corporal, la irritabilidad, cansancio, se sumaron también. A través de una laparoscopia, se puede diagnosticar y tratar la enfermedad. No se cura. Y no juzgues a una mujer por exagerada cuando está en esos días.

Yo ingrese al quirófano por primera vez a los 29 años, ya con mis tres hijos en mi vida; sin dudas un milagro. Hasta ese día con 29 años no sabía ni había escuchado hablar de esta enfermedad. Mis períodos eras abundantes y dolorosos, ya iba a pasar me decían. Esa tarde entraba al quirófano sin saber que tenía, que me pasaba.

Esta enfermedad es considerada como una de las principales causas de infertilidad. Cuando bloquea las trompas de Falopio y afecta los ovarios puede generar dificultades para embarazarnos. La detección temprana brindaría a muchas mujeres jóvenes la posibilidad de congelar óvulos en caso de ser necesario o pensar en recurrir a tratamientos  y cirugías para intentar un embarazo de manera natural o bien tratamientos de fertilidad para lograr un embarazo.

Luego de esa primera cirugía y con la palabra Endometriosis incorporada a mi vocabulario, comencé un tratamiento; no resulto. Los dolores regresaron. Dos nuevas cirugías, una menopausia precoz por 60 días y por medio de inyecciones en la panza y muchísimos calmantes. Me asustaba tomar tanta medicación porque era muy joven y tres pequeños niños necesitaban ver una mamá sana. Y yo ser una mujer plena, alegre, una mujer.

Nuevas consultas, nuevo tratamiento, salía el sol para mí. Necesitaba sentirme bien, quería sentirme bien. Este nuevo tratamiento fue exitoso por 9 años, sí, 9 años tomando una misma pastilla, que se convirtió en mi compañera inseparable. Durante esos años no recordaba la endometriosis que habitaba en mí. Hice mucho deporte, me desafié a mí misma por todos esos años. Qué maravilloso poder tener una enfermedad y vivir en plenitud, ¿no?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la enfermedad afecta al 10% de las mujeres en el mundo. Hoy por hoy se reclama por una ley de endometriosis para que sea reconocida como una patología crónica y para que se garantice su cobertura médica, yo pude acceder a un gran especialista, pero no es la realidad de todas.

No se qué pasó, no se que me pasó, pero en marzo del 2018 comencé a sentirme mal, dolores extraños, muchísimo cansancio, molestias físicas, irritabilidad constante. Mi interior ya sabia que estaba de regreso, haciendo de las suyas. Porque cuando una persona sufre por algo que provoca mucho dolor somos más conscientes de los síntomas. Tratamientos nuevos sin resultados efectivos, terapias alternativas que ayudaron un poquito a pasar el día a día. Estudios que mostraban lo avanzada que estaba en mi vejiga y en mi recto. Y con 44 años empezamos hablar de otra posibilidad para encontrar mi tan ansiado bienestar de cuerpo y alma.

Y así con una cirugía programada, con una menopausia química por tres meses, me sometí a una anexo histerectomía. Convencida de que puedo vivir una nueva vida. Y creyendo en que la decisión tomada es la más acertada para mí en mi aquí y ahora.

…Y ahora tengo una nueva mejor amiga; es de reemplazo hormonal pero la quiero desde el primer día porque esta para ayudarme estar en plenitud.

La endometriosis es una enfermedad benigna, pero para algunas de nosotras puede volverse en un cuadro complejo. Existen tratamientos hormonales que ayudan a frenar el avance de la endometriosis. Es súper importante visibilizarla y que los síntomas sean atendidos a tiempo. Que los médicos nos escuchen, que los médicos nos comprendan. Tengo una hija adolescente; solo deseo que sepa de qué se trata y que menstruar con dolor ya es un síntoma de que algo no esta bien.

Treinta días han pasado, y aquí estoy viviendo mi #resiliencia.  Recorriendo un nuevo camino, habiendo llorado mucho, guardando silencios eternos, entendiendo y aprendiendo que nada en la vida te condiciona como mujer. Permitiéndome transitar ese dolor que toca mis entrañas, permitir que cicatrice y volver a nacer.

Transito hoy un nuevo camino, ya nada será igual. Yo no soy la misma, pero si estoy convencida que puedo y quiero vivir en bienestar físico y emocional; y cien por ciento convencida de que la vida es esta y yo estoy dispuesta a vivirla como merezco.

Porque aprendí, porque entendí que en este tiempo me encuentro aprendiendo a #renacer.

Flor Zumaeta

Escuchala a Flor en Momentos de Bienestar de lunes a viernes de 15 a 17 horas en FM Profesional 89.9

 

 

 

 

 

         24/08/2019        BLOG, HOME-BANNER

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