Siento que cumplir años, celebrando o no, según el gusto del cumpleañero pasa por otro lado y aquí les cuento mis sensaciones, ¿cómo lo ven?

Cuando llegamos a este mundo, lo hacemos en un día y en una hora ¿no?, y nos rige también un signo del zodíaco con ascendentes y descendentes, lunas y soles. Según marca el calendario es el día de nuestro cumpleaños y con el cual muchos nos recuerdan ese día, llaman, saludan, envían audios, gift, vienen a casa con y sin regalos, celebramos, reímos y en definitiva se convierte, tal vez en el día más esperado del año.

Cumplir años a veces es verse con más canas que el año anterior, arrugas que endurecen la expresión, unos kilos de más, sueño liviano, más renegones o quejosos, entre otras tantas que percibimos al vernos al espejo.

Estoy segura que descubrimos más detalles en el espejo, cuando nos miramos y lo traspasamos, pero es lo exterior y tal vez lo que más nos impacta y hasta nos pone patas para arriba y salimos corriendo a pedir turnos en la dermatóloga, nutricionista, peluquería, depiladora, etc, etc.

Pero para mí cumplir años es agradecer un año más de consciencia absoluta, crecimientos, caídas, dolores, alegrías, triunfos, saltos en largo, tristezas (la guerra en #ucrania me entristece a diario) y luchar por cada nuevo amanecer.

Cumplir años es caminar hacia adelante con la frente en alto, tropezar y volver nuevamente al camino. Cumplir años es mirar con ojos más cansados pero firmes.

Cumplir años es abrazar mucho y dejarse abrazar fuerte, fuerte hasta que te sentís chiquita en esos brazos.

Cumplir años, es decir, es sentir, es amar con el alma y reír a carcajadas.

Cumplir años es aprender a romper estructuras.

Cumplir años es abrir puertas (y cerrarlas también).

Cumplir años es dejar atrás personas, cosas, trabajos y abrirse también a nuevos encuentros, oportunidades y aventuras.

Cumplir años es animarse a decir no y también si.

Cumplir años es mirarse con amor verdadero.

Cumplir años es comprender que tenemos en nuestras manos la posibilidad de vivir en nuestro aquí y ahora, siempre.

Cumplir años es darnos vuelta y poder dimensionar lo transitado, adecuado o no transitado al fin y de ello seguramente aprendimos un montón; solo es necesario poderlo ver.

Cumplir años, una oportunidad para celebrar la vida.

Flor Zumaeta